jueves, 3 de septiembre de 2009

Desde Las Montañas (6)

Ayer me dí un tortazo contra una roca que me ha dejado viendo las estrellas, fui de madrugada a Urgencias, a esas horas no se hacían radiografías, no obstante me dijo el médico que si tengo fisurada alguna costilla lo único que puedo hacer es dejar que pase el tiempo, y tomar medicinas contra el dolor y la inflamación. De momento no puedo trabajar, dicen que a cada uno le llega lo que necesita, veremos que consecuencias me trae esto ¿hay por ahí algún mecenas con ganas de colaborar? Hola, hola, estoy aquií, no sea tímido, venga a buscarme mi querido mecenas que juntos podemos hacer algo.
Al menos darle un toque de humor a la vida, quien sabe, quizá cuela, jajá, pero lo del golpe va en serio. En fin, sigamos con la historia.

Como les iba contando, eso de encontrar gente dispuesta a trabajar en mi finca era muy complicado, tanto que durante el primer año no hubo nadie, fue un poco después cuando a través de Kabia se puso en contacto conmigo un alemán de Berlín Jürgen Schmidt, un ingeniero que tiene varios proyectos de Eco-village, o pueblos ecológicos, hablamos por Messenger y vino a visitarme, me trajo una idea muy bonita, quería hacer un centro de acogida para chicos problemáticos de unos doce años de edad, como mi hijo el mayor.
Me explicó que el Gobierno Alemán se ocupa mucho de los problemas sociales, me dijo que si no se encargaran de dirigir a los niños problemáticos las consecuencias serían catastróficas. Alemania no es como España, la gente exige, piensa, tienen criterio, se enfrenta, por eso los Gobernantes tienen que dar al pueblo lo necesario para su desarrollo, me puso de ejemplo, creo, el fuego de Grecia de hace dos años, que empezó por unos estudiantes descontentos. Si les soy sincera no presté demasiada atención al porqué de ese incendio aunque recuerdo que murió gente, yo estaba demasiado hundida con el mío propio, fueron casi a la vez. Bueno, el caso es que si los Alemanes no se ocuparan de su gente, habría reacciones, nosotros los españoles como somos sumisos, tenemos unos Gobiernos muy mal acostumbrados, es decir, pasan de nosotros y encima les votamos buscando un mal menor en lugar de exigir un bien común.
Imagínense por un momento un lugar en las montañas lo suficientemente lejos de todas partes como para no molestar a nadie y a su vez lo suficientemente cerca como para no estar fuera del mundo, es un terreno circular, con varias terrazas de cultivo, agua en el barranco y en el naciente, cantidad de recursos como piedra, barro, cañas etc.
La casa iba a ser y está siendo reconstruida como antaño, la piedra se está labrando, el material que se está usando es esa mezcla de barro, la madera no podrá ser de Tea, ya no existe, pero será madera y la teja no tendrá la forma del muslo humano, estará fabricada a máquina, pero seguirá siendo teja, a ver como bajamos ese material comprado, si al hombro o en helicóptero -Carolina, hola- estoy llamando a la Delegada de Gobierno, que no da señales de vida......
Volvamos a los alemanes y a la idea del proyecto. Partiendo de esa casa Canaria como centro del lugar, se harían unas construcciones muy parecidas a las aborígenes, que curioso que el diseño de un alemán sea parecido al de hace 500 años de los habitantes del lugar, quizá es que lo vio en algún libro.
La finalidad era crear una estructura con tejados de tierra y hierba, habitaciones circulares e individuales o dobles hechas con asesoramiento de monitores por los propios chavales, ese lugar visto desde el aire, parecería no existir más allá de la casa canaria y sus plantaciones alrededor. Jürgen me propuso hacer una fusión Canario-Alemana, de manera que la mitad de los chicos fueran de aquí la otra mitad de allá, los terapeutas también de ambos países, aportando a los adolescentes no solo enseñanza escolar en dos idiomas sino también un aprendizaje relacionado con la supervivencia, agricultura, ganadería, pedrería…que les diera un sentido a sus vidas y que cuando salieran de allí pudieran hacer talleres en los colegios enseñando a otros niños lo aprendido.
En principio la financiación iba a ser Alemana hasta que echara raíz y pasara a Europa.
Hablé con un político del Gobierno de Canarias, le encant,ó se comprometió a moverlo, pero al final no sucedió.
Motivos varios:
Por un lado, este Jürgen quería que le traspasara los poderes sin dar nada real a cambio, si yo hubiera percibido su corazón por encima de su ego, no me habría importado, lo único en lo que puedo confiar es en mi intuición, mucha palabra, muy bonita, pero cuando notas que el tipo no merece tu confianza, pues eso es lo que pasó.
Por otro lado, me encontré a un concejal de CC que iba con dos técnicos de medio ambiente de su municipio, les paré:
-Hola Fulanito, necesito que me conectes con Inés Rojas- es la consejera de Bien Estar Social y Vivienda de Gobierno Canario- Tengo un proyecto en mente precioso, me gustaría hablar con ella para encontrar la vía que me permita manifestarlo- Aún no había desechado al alemán.
Lo que escuché de boca de estos tres personajes me dejó aturdida, por un lado, si se apoya a las personas que viven en sitios remotos para que manifiesten proyectos, luego van a querer que las carreteras lleguen a sus casas y no quedará ninguna pista de tierra en la isla. Eso sí, ellos viven a pié de carretera: son ecologistas.
Por otro lado, me dijeron que si por casualidad mi proyecto fracasara, yo me quedaría con una infraestructura que me beneficiaría a mí y solo a mí, dado el egoísmo de las personas si se me permitiera, se le tendría que permitir a todo el mundo y cada uno se sacaría un proyecto social del bolsillo que al final se traduciría en riqueza personal.
Lo más cruel de este asunto es que encima tienen razón, es tal la avaricia de algunos seres humanos que pagan los justos por los pecadores. Me parece horrible.
Entre pitos y flautas, la cosa con Jürgen quedó en nada, mejor dicho en menos que nada porque se pegó unas vacaciones pagadas en las montañas de Gran Canaria y yo le hacía el servicio. Probablemente algunos de ustedes pensarán que soy un poco tonta, pero quien no lo intenta, nunca lo logra y mi desespero buscando quien reconstruyera mi casa era lo suficientemente grande como para arriesgarme, ¡que sí hijos, que sí!, que le pague hasta el viaje, Guaaa, shniff, como si me sobrara. Eso me supera, siempre que hay una esperanza me lanzo al abismo con la suerte de que mi intuición una vez sobre el terreno no me falla. Mucha gente me dice que soy naif, pero un mundo sin inocencia es pura desconfianza y sigo apostando por el corazón, aunque haya que encontrarlo bajo las piedras.

El día de la madre me inspiró para escribir a la Reina de España, le conté la idea que se estaba y todavía se está gestando, el centro de acogida, los niños, los talleres, las piedras, la tierra, la casa quemada, el camino, la distancia, encontrarle el valor a la vida… Fue en ese momento cuando comenzó la búsqueda del helicóptero militar para traer los materiales, hoy se cumplen cuatro meses desde entonces.

Paloma de Montemayor Palomar
Palomademontemayor.blogspot.com