28 de Enero del 2.007
Aquí en el frente, una no tiene tiempo de aburrirse.
Durante este tiempo, estábamos recibiendo el agua de un restaurante cercano, era por gentileza de los trabajadores. Hay algún observador de la vecindad, no sabemos quien, que desea vernos sufrir y fracasar, así que se chivó y se nos acabó el chollo, todo se complica pero cuando se cierra una puerta se abre otra, quizá no tan cómoda pero igualmente de apreciable o más por que sale del corazón de una persona, una dama, que nos invita a ir a su casa, incluso salgo duchada y con un potaje en un taperware. Lo único es que no me gusta abusar y me cuesta más aceptarlo.
Unos días más tarde los dueños del restaurante, reconsideraron su decisión y nos devolvieron el acceso al agua. Les estamos muy agradecidos, pues ese detalle nos ayuda mucho a tener un mínimo de calidad de vida.
Este fin de semana pasado, Álvaro estuvo con su hija, en la noche se iba a los carnavales a recoger firmas y luego dormía aquí para no dejarme sola.
El viernes me sentía demasiado triste como para unirme a él en lo del gentío, pero ayer y anteayer fui a su encuentro.
Sobre las 20 h. del domingo, me marché caminando hacia la gran fiesta de disfraces por eso de estirar las “patitas”, No había demasiada gente con que a eso de las 23.30 H. comenzamos el regreso. Al llegar a la plaza, había dos coches de policía a unos cincuenta metros de nuestro “Palacio”, miré hacia la casa y dije:
.- Álvaro, mira hay algo raro, el cuadro de las fotos no está, falta la puerta, oye me parece que nos han roto la casa.
Mientras decía estas palabras, pasábamos al lado de los agentes que nos miraron y no nos hablaron, en ese momento, no reaccioné, al acercarnos, vimos que habían arrancado el techo de cuajo de los cables que lo tensaban que nuestra pancarta de la constitución se había partido por la mitad, que se habían llevado nuestro brasero y todo el material de construcción que guardábamos por si algo, como ya había sucedido con una viga, se partía para poder arreglarlo. Varias de las fotos de las paredes habían sido arrancadas, la sombrilla partida… Al mirar a dentro, todo estaba más o menos bien incluso las fotos que faltaban, solo nos desapareció el pan que guardo seco para mi burrita Elea y poco más.
Llamé al 112, pregunté si tenían una denuncia de algo, todos sabemos que algunos de mis vecinos adoran denunciar, pero nos dijeron que esa información solo puede solicitarla un juez, que llamemos al 092, policía local y que ellos pueden, si saben, decirnos si vino una cuadrilla de limpieza o no; marqué los números:
.-Policía local ¿diga?
.- Hola, soy Paloma de Montemayor, la mujer que está acampada frente a la presidencia del Gobierno, mire acabamos de llegar y nos encontramos que han destrozado nuestro techo, vimos a dos patrullas pero no hemos llegado a hablar con los agentes porque para cuando nos dimos cuenta de lo que sucedió ya se habían marchado. ¿Sabe usted algo?
.- Yo no sé nada, espere un momento que voy a preguntar. Debió separar su boca del teléfono pero no lo suficiente por que escuché “es la goda esa”. "No, nosotros no sabemos, pero llame al número ……… puede hablar con el jefe".
.- Muchas gracias. Y marqué el número que me dieron. Salió una voz de hombre, le volví a contar y a preguntar.
.- No, yo no sé, estoy aquí en el sótano y no me entero de nada de lo que pasa afuera, debería de llamar a otro número pero si quiere ya le paso yo.
.- Muchas gracias. Sonó varias veces el “pii” “pii”, hasta que me lo cogieron, era el mismo que me atendió la primera vez, me dijo que quien da las órdenes de a donde ir es el jefe con quien yo ya había hablado hacía un instante, así que colgué y me fui a comisaría, hice la denuncia, expliqué que creo que todo esto, ya que no es la primera cosa que nos pasa, tiene como móvil, que tengo una lucha frente a los políticos a modo de reivindicación, les pedí que mandaran a alguien a ver los daños pero me contestaron que eso es cosa de la policía local.
Llamé a Álvaro y le pedí que se ocupara. Cuando llegué a casa, Álvaro me contó que llamó a los mismos números que yo marqué al principio, y que cuando el supuesto jefe escuchó que yo andaba en denunciar, le contó que habían recibido una llamada de alguien diciendo que aquí vivían unos indigentes con que se dispusieron a desalojar, eso era en el cambio de turno y cuando él entró y se dio cuenta de que éramos nosotros, ordeno detener el desalojo, que el era uno de los que nos habíamos cruzado al llegar, lo curioso es que no nos dijo ni palabra, aun así Álvaro le agradeció que parara la acción y que nuestras cosas estuvieran bien.
Para cuando acabó todo esto, ya eran las 3 a.m., tuvimos la gran suerte de que ese viento tan fuerte había parado, y aunque un poco intranquila, pude dormir algo.
Me desperté esta mañana con el ruido de las sillas del bar y con un enorme dolor de cabeza que aun me dura, quise ponerme en acción, llamar al canal 9 TV. Y escribir una carta dirigida al Presidente y al Vicepresidente del Gobierno de Canarias, os la mando aunque hoy no tuve tiempo enviársela a ellos, mañana lo haré.
Señores:
Ya nos acercamos a los tres meses y medio desde que acampé frente a ustedes.
Ha pasado más de un mes desde que les presenté toda la documentación que me requirieron.
Ha pasado medio año desde que comenzó el famoso y horrible incendio del Sur-Oeste de la isla.
Ustedes hasta ahora no toman cartas en el asunto, aunque creo que se han dado cuenta de que tienen enfrente a una mujer dura de pelar.
Anoche, en nuestra ausencia, alguien vino y destrozó el techo de nuestro “Palacio”; Me inclino a creer que es alguien que les tiene un cariño especial y que quiere salvarles de mi molesta presencia.
Quiero comunicarles que:
- Cada día me siento físicamente más enferma,
- Cada día me siento más triste, es muy duro estar tan lejos de mis hijos.
- Mi dinero se acerca a su fin
- Afortunadamente tengo la cualidad de cerrar mis ojos, sentir de piel a dentro y dejar que pase la nube negra.
Esto significa que:
- “PASE LO QUE PASE, CONECTO CON MI CENTRO Y SACO FUERZAS PARA SEGUIR ADELANTE”
- “NO VOY A TIRAR LA TOALLA AUNQUE ME CUESTE LA VIDA”
- “EL PODER DE QUE USTEDES DISPONEN NO SUPERA A LA VOLUNTAD Y PERSEVERANCIA DE UNA MUJER, UNA MADRE, UNA GUERRERA”
Sinceramente opino que tengo muchas buenas cosas que ofrecer, puedo dirigir a la gente hacia el camino de la meditación, puedo ayudar a las personas con sus dolores de espalda, puedo…HACER COSAS MUCHO MAS CONSTRUCTIVAS QUE SENTARME FRENTE A USTEDES A MANTENER EL PULSO.
. Yo estaré perdiendo salud y tiempo de ver crecer a mis hijos.
. Ustedes están perdiendo el que los ciudadanos están mucho más a mi favor que al de ustedes.
Aunque no se maten por venir a manifestarse, la gente me para por la calle, me expresa su admiración y su deseo de “Victoria” para mi, me dan su firma, más de 3.000 han sido presentadas tanto aquí como en el Cabildo, pero ninguno de los Presidentes me ha concedido una cita. “NO SE A QUE LE TEMEN; NI COMO NIÑOS, NI TRANSFORMO A LOS PRÍNCIPES EN RANA”.
A usted Soria, no le he metido firmas, pero bien sabe que si lo hubiera hecho, también las tendría en el archivo de su despacho.
Tómense un tiempo de reflexión y decidan que es lo mejor para todo el mundo, si ignorar a Álvaro a mi familia y a mí o por el contrario reconocer nuestra valía y abrir esa puerta que nos permite avanzar.
A la espera de una respuesta
Paloma de Montemayor Palomar
Está anocheciendo y vamos a empezar a arreglar el techo, aun hay que contar, ha sido un día extraño, el viento sopla de nuevo, tengo frío, espero que logremos dormir protegidos esta noche. Un beso
Hola de nuevo, hoy tuvimos un día agotador, mejor volvamos a ayer y os cuento lo que quedó en el tintero.
En la mañana vino la televión Canal 9, nos hizo un corto para el telediario y se marcharon; Estábamos pensando en como arreglar el tejado cuando un transeúnte se paró, charlamos, nos firmó y comentó que a las 12 llegaba la Reina Sofía a la Casa de África, así que no lo pensamos dos veces, a toda velocidad escribí una carta, repasé con un rotulador la pancarta que improvisé para la comisaria Europea y Salí por patas.
Al dar unos cuantos pasos, sabiendo que había algo incorrecto, mi cerebro hizo ¡cling!
Escribí “Alteza Real” pero es “Su Majestad”, me dio un poco de vergüenza, sobre todo cuando la prensa se me echó encima, no se para qué si soy tabú, mi ser está censurado, que fuerte ¿no?, lo único que hago es luchar por mis derechos pero ¿Os imagináis si fuera contagioso y las personas dejaran de resignarse?, a los políticos se les acabaría el chollo de llevar a esta sociedad hacia la destrucción y sus cuentas bancarias hacia la plenitud. Que yo sepa no hubo periódico o telediario excepto la 9 que habló de mí.
Llegué justita de tiempo, estaba todo vallado, había policía por todas partes, llevaba mi pancarta dobladita, me puse junto a un agente y observé la situación; Me alejé unos metros para abrirla tranquilamente. Al darse cuenta el policía que tenía una pancarta, saltó sobre mí, en un abrir y cerrar de ojos eran cuatro los uniformes que me empujaban para sacarme fuera del escenario, hubo un forcejeo, no fue agresivo, al punto de que vi el rostro de S. M. La Reina; Una vez que está desapareció por la puerta, enseñé mi documentación que fue comprobada por radio, expliqué el porqué de mi presencia, mostré mi pancarta y me miraron el bolso, dijeron que no hay ningún problema en dejar manifestarme siempre que no cruce la valla.
Después de tomar posición frente a la puerta, salió prensa, vinieron a mi como las moscas van a la miel, algunos ya me conocen y me dan sus mejores deseos, yo me río y les digo.- ya veremos si me pinchan o no.-yo te filmo o te fotografío y que decidan los jefes. Los jefes deciden hacer de mí un ser invisible, ¿que niño no deseó eso en algún momento de su vida? Yo personalmente lo hice y aunque sea metafóricamente, lo logré.
Hubo periodistas más rezagados, irían a por una noticia más larga, al salir uno le llamé.
.- Hola ¿Cuándo os han dicho que volváis?
.- Yo no voy a volver, pero tienen preparada una comida o sea que no saldrá antes de las tres o tres y media.
.- Pero ¿saldrá por aquí o hay otra puerta?
.- Eso no lo se, hay otra puerta por el otro lado pero ni idea de por donde saldrá, buena suerte.
Menudo fastidio, quizá me iba a pasar horas esperando para nada, tenía que encontrar una solución, dentro de lo que era el recibidor de la casa de África, había unas personas con pinta de Azafatas (os), les llamé pero no querían venir, con gestos yo les indicaba que vinieran y les sonreía, ellos me contestaban que les cortarían el cuello, yo no me podía conformar con eso, fui a que me regalaran un folio en una oficina y escribí una nota que decía algo así como:
“Quiero darle una carta a la Reina, si no se la dais vosotros le llegará igualmente por que la mandaré por correo con la diferencia de que os dejaré mal”. Les mostré la nota en la distancia, seguían sin querer venir. Había un grupo de hombres en la calle, uno se acercó a mí:
.- ¿Puedo ayudarla?
.- A lo mejor, y le mostré la nota
.- ¿Usted quiere darle una carta a la Reina?
.- Si, pero no se si la sacarán por aquí o al saber que estoy yo la harán salir por detrás.
.- Yo creo que saldrá por aquí, no se si se acercará a recoger su carta pero si no la recoge ella, yo se la haré llegar.
.- ¿Es usted de su séquito?
.- Si
.- De acuerdo. El hombre se marchó, hubo un pequeño movimiento de personas interesadas en ocuparse de mi tema y finalmente vino otra persona que recogió mi carta, la metió en un sobre y se la guardó en el bolsillo, me arrepentí de no haberla pasado a limpio para cambiar lo de Su Alteza Real y a demás estaba totalmente arrugada por lo del forcejeo, pero a lo hecho, pecho.
Las horas pasaron, estuvimos haciendo bromas Álvaro que se había unido a mí y yo con el policía nacional que nos cubría:
.- Oye cuando salga la Reina no nos tapes la pancarta, fue un rato relajado, aunque me sentía muy cansada, con ese dolor de cabeza metido en el esfenoides, hablamos con personas que pasaban por al lado y leían el letrero que portábamos.
Una vez que finalizó la comida, se acercaron dos personas diferentes del séquito para comunicarnos que la carta ya había sido entregada.
Por fin Salió La Reina, Álvaro hizo sonar el bucio, la Nacional nos dio espacio enfrente que enseguida ocuparon los guardaespaldas de La Reina, yo no me di cuenta de que miró, supongo que eso de que se oiga el soplar a través de la caracola, no es muy usual, la cara de algún político fue de auténtica molestia, Su Majestad se metió en el coche y desapareció, pero con mi carta en su bolso.
Álvaro y yo estábamos muy satisfechos, era un golazo, estamos seguros de que La Reina no se va a quedar quieta ante una situación tan injusta, es que si lo hace, me voy a quedar de piedra, no puede ser que se interese solo por los africanos, no, estoy segura de que algo hará, realmente no se si ella leerá este blog o lo hará solo su secretario, a mí la verdad es que me gustaría que lo hiciera, vivimos en un país monárquico, aunque no tengo muy claro se significa eso en este siglo en el que vivimos, a mí no me molestan las jerarquías siempre que vayan unidas a la sabiduría y al respeto por el ser humano, cada quien debe ocupar el sitio que le corresponde sin envidias ni celos si no con corazón, no todo el mundo tiene el mismo talento ni la misma inteligencia, para que pretender que seamos todos iguales si somos únicos e irrepetibles, en fin, ni soy feminista ni soy machista, ni dictadora ni demócrata, soy solo una persona que quisiera que de lo más profundo de cada ser saliera la fuerza, la libertad, el valor de vivir con dignidad siendo ni más ni menos que lo que cada uno es.
Os escribo las palabras que envíe a La Reina de España:
Majestad, me dirijo a Vos queriendo haceros partícipe de la terrible situación que estamos atravesando mi familia y otros afectados del incendio que asoló esta isla el verano pasado.
Los políticos hacen grandes promesas que no cumplen y les importa un rábano algo tan básico como el derecho a una vivienda digna.
Os ruego indaguéis en mi blog:
w.w.w.palomademontemayor.blogspot.com y toméis cartas en el asunto.
Admiro la labor que estáis y los españoles estamos haciendo en África, pero no debéis de olvidar a las personas de vuestro propio País.
Sin más, a la espera de una respuesta
Paloma de Montemayor Palomar
PD No puedo daros mi dirección de correos porque no tengo pero en mi blog encontraréis mi e-mail.
Cuando regresamos a nuestro “Palacio de Invierno”, el viento había tirado parte del techo, lo colocamos provisionalmente, debíamos comprar otro ya que ese estaba roto, y después me puse a escribir.
Pasó un personaje que estuvo en la casa de África, salí a su encuentro, cruzamos un par de palabras con cierto sentido del humor y me comentó que La Reina nos había mirado con cara de sorpresa, yo le dije que no la vi mirar, el insistió en que si, que la tenía muy cerca, luego pensé que la sorpresa debía ser fruto del grito de la caracola.
Ayer dedicamos el día a arreglar el “Palacio”, por suerte vino a ayudarnos un amigo de Álvaro, casualmente el también hace sus acciones destinadas a África, en concreto a Senegal, ahora están preparando un container lleno de todo lo que consiguen, material para agricultura, ordenadores, ropa… es un gran tipo, conocerle es una de esas buenas cosas que me ha aportado todo lo que me está pasando.
También metí en registro la carta que os escribí anteriormente.
Ya no tengo batería para contaros el día de hoy con que en la próxima ocasión sigo con esta historia.
Este fin de semana pasado, Álvaro estuvo con su hija, en la noche se iba a los carnavales a recoger firmas y luego dormía aquí para no dejarme sola.
El viernes me sentía demasiado triste como para unirme a él en lo del gentío, pero ayer y anteayer fui a su encuentro.
Sobre las 20 h. del domingo, me marché caminando hacia la gran fiesta de disfraces por eso de estirar las “patitas”, No había demasiada gente con que a eso de las 23.30 H. comenzamos el regreso. Al llegar a la plaza, había dos coches de policía a unos cincuenta metros de nuestro “Palacio”, miré hacia la casa y dije:
.- Álvaro, mira hay algo raro, el cuadro de las fotos no está, falta la puerta, oye me parece que nos han roto la casa.
Mientras decía estas palabras, pasábamos al lado de los agentes que nos miraron y no nos hablaron, en ese momento, no reaccioné, al acercarnos, vimos que habían arrancado el techo de cuajo de los cables que lo tensaban que nuestra pancarta de la constitución se había partido por la mitad, que se habían llevado nuestro brasero y todo el material de construcción que guardábamos por si algo, como ya había sucedido con una viga, se partía para poder arreglarlo. Varias de las fotos de las paredes habían sido arrancadas, la sombrilla partida… Al mirar a dentro, todo estaba más o menos bien incluso las fotos que faltaban, solo nos desapareció el pan que guardo seco para mi burrita Elea y poco más.
Llamé al 112, pregunté si tenían una denuncia de algo, todos sabemos que algunos de mis vecinos adoran denunciar, pero nos dijeron que esa información solo puede solicitarla un juez, que llamemos al 092, policía local y que ellos pueden, si saben, decirnos si vino una cuadrilla de limpieza o no; marqué los números:
.-Policía local ¿diga?
.- Hola, soy Paloma de Montemayor, la mujer que está acampada frente a la presidencia del Gobierno, mire acabamos de llegar y nos encontramos que han destrozado nuestro techo, vimos a dos patrullas pero no hemos llegado a hablar con los agentes porque para cuando nos dimos cuenta de lo que sucedió ya se habían marchado. ¿Sabe usted algo?
.- Yo no sé nada, espere un momento que voy a preguntar. Debió separar su boca del teléfono pero no lo suficiente por que escuché “es la goda esa”. "No, nosotros no sabemos, pero llame al número ……… puede hablar con el jefe".
.- Muchas gracias. Y marqué el número que me dieron. Salió una voz de hombre, le volví a contar y a preguntar.
.- No, yo no sé, estoy aquí en el sótano y no me entero de nada de lo que pasa afuera, debería de llamar a otro número pero si quiere ya le paso yo.
.- Muchas gracias. Sonó varias veces el “pii” “pii”, hasta que me lo cogieron, era el mismo que me atendió la primera vez, me dijo que quien da las órdenes de a donde ir es el jefe con quien yo ya había hablado hacía un instante, así que colgué y me fui a comisaría, hice la denuncia, expliqué que creo que todo esto, ya que no es la primera cosa que nos pasa, tiene como móvil, que tengo una lucha frente a los políticos a modo de reivindicación, les pedí que mandaran a alguien a ver los daños pero me contestaron que eso es cosa de la policía local.
Llamé a Álvaro y le pedí que se ocupara. Cuando llegué a casa, Álvaro me contó que llamó a los mismos números que yo marqué al principio, y que cuando el supuesto jefe escuchó que yo andaba en denunciar, le contó que habían recibido una llamada de alguien diciendo que aquí vivían unos indigentes con que se dispusieron a desalojar, eso era en el cambio de turno y cuando él entró y se dio cuenta de que éramos nosotros, ordeno detener el desalojo, que el era uno de los que nos habíamos cruzado al llegar, lo curioso es que no nos dijo ni palabra, aun así Álvaro le agradeció que parara la acción y que nuestras cosas estuvieran bien.
Para cuando acabó todo esto, ya eran las 3 a.m., tuvimos la gran suerte de que ese viento tan fuerte había parado, y aunque un poco intranquila, pude dormir algo.
Me desperté esta mañana con el ruido de las sillas del bar y con un enorme dolor de cabeza que aun me dura, quise ponerme en acción, llamar al canal 9 TV. Y escribir una carta dirigida al Presidente y al Vicepresidente del Gobierno de Canarias, os la mando aunque hoy no tuve tiempo enviársela a ellos, mañana lo haré.
Señores:
Ya nos acercamos a los tres meses y medio desde que acampé frente a ustedes.
Ha pasado más de un mes desde que les presenté toda la documentación que me requirieron.
Ha pasado medio año desde que comenzó el famoso y horrible incendio del Sur-Oeste de la isla.
Ustedes hasta ahora no toman cartas en el asunto, aunque creo que se han dado cuenta de que tienen enfrente a una mujer dura de pelar.
Anoche, en nuestra ausencia, alguien vino y destrozó el techo de nuestro “Palacio”; Me inclino a creer que es alguien que les tiene un cariño especial y que quiere salvarles de mi molesta presencia.
Quiero comunicarles que:
- Cada día me siento físicamente más enferma,
- Cada día me siento más triste, es muy duro estar tan lejos de mis hijos.
- Mi dinero se acerca a su fin
- Afortunadamente tengo la cualidad de cerrar mis ojos, sentir de piel a dentro y dejar que pase la nube negra.
Esto significa que:
- “PASE LO QUE PASE, CONECTO CON MI CENTRO Y SACO FUERZAS PARA SEGUIR ADELANTE”
- “NO VOY A TIRAR LA TOALLA AUNQUE ME CUESTE LA VIDA”
- “EL PODER DE QUE USTEDES DISPONEN NO SUPERA A LA VOLUNTAD Y PERSEVERANCIA DE UNA MUJER, UNA MADRE, UNA GUERRERA”
Sinceramente opino que tengo muchas buenas cosas que ofrecer, puedo dirigir a la gente hacia el camino de la meditación, puedo ayudar a las personas con sus dolores de espalda, puedo…HACER COSAS MUCHO MAS CONSTRUCTIVAS QUE SENTARME FRENTE A USTEDES A MANTENER EL PULSO.
. Yo estaré perdiendo salud y tiempo de ver crecer a mis hijos.
. Ustedes están perdiendo el que los ciudadanos están mucho más a mi favor que al de ustedes.
Aunque no se maten por venir a manifestarse, la gente me para por la calle, me expresa su admiración y su deseo de “Victoria” para mi, me dan su firma, más de 3.000 han sido presentadas tanto aquí como en el Cabildo, pero ninguno de los Presidentes me ha concedido una cita. “NO SE A QUE LE TEMEN; NI COMO NIÑOS, NI TRANSFORMO A LOS PRÍNCIPES EN RANA”.
A usted Soria, no le he metido firmas, pero bien sabe que si lo hubiera hecho, también las tendría en el archivo de su despacho.
Tómense un tiempo de reflexión y decidan que es lo mejor para todo el mundo, si ignorar a Álvaro a mi familia y a mí o por el contrario reconocer nuestra valía y abrir esa puerta que nos permite avanzar.
A la espera de una respuesta
Paloma de Montemayor Palomar
Está anocheciendo y vamos a empezar a arreglar el techo, aun hay que contar, ha sido un día extraño, el viento sopla de nuevo, tengo frío, espero que logremos dormir protegidos esta noche. Un beso
Hola de nuevo, hoy tuvimos un día agotador, mejor volvamos a ayer y os cuento lo que quedó en el tintero.
En la mañana vino la televión Canal 9, nos hizo un corto para el telediario y se marcharon; Estábamos pensando en como arreglar el tejado cuando un transeúnte se paró, charlamos, nos firmó y comentó que a las 12 llegaba la Reina Sofía a la Casa de África, así que no lo pensamos dos veces, a toda velocidad escribí una carta, repasé con un rotulador la pancarta que improvisé para la comisaria Europea y Salí por patas.
Al dar unos cuantos pasos, sabiendo que había algo incorrecto, mi cerebro hizo ¡cling!
Escribí “Alteza Real” pero es “Su Majestad”, me dio un poco de vergüenza, sobre todo cuando la prensa se me echó encima, no se para qué si soy tabú, mi ser está censurado, que fuerte ¿no?, lo único que hago es luchar por mis derechos pero ¿Os imagináis si fuera contagioso y las personas dejaran de resignarse?, a los políticos se les acabaría el chollo de llevar a esta sociedad hacia la destrucción y sus cuentas bancarias hacia la plenitud. Que yo sepa no hubo periódico o telediario excepto la 9 que habló de mí.
Llegué justita de tiempo, estaba todo vallado, había policía por todas partes, llevaba mi pancarta dobladita, me puse junto a un agente y observé la situación; Me alejé unos metros para abrirla tranquilamente. Al darse cuenta el policía que tenía una pancarta, saltó sobre mí, en un abrir y cerrar de ojos eran cuatro los uniformes que me empujaban para sacarme fuera del escenario, hubo un forcejeo, no fue agresivo, al punto de que vi el rostro de S. M. La Reina; Una vez que está desapareció por la puerta, enseñé mi documentación que fue comprobada por radio, expliqué el porqué de mi presencia, mostré mi pancarta y me miraron el bolso, dijeron que no hay ningún problema en dejar manifestarme siempre que no cruce la valla.
Después de tomar posición frente a la puerta, salió prensa, vinieron a mi como las moscas van a la miel, algunos ya me conocen y me dan sus mejores deseos, yo me río y les digo.- ya veremos si me pinchan o no.-yo te filmo o te fotografío y que decidan los jefes. Los jefes deciden hacer de mí un ser invisible, ¿que niño no deseó eso en algún momento de su vida? Yo personalmente lo hice y aunque sea metafóricamente, lo logré.
Hubo periodistas más rezagados, irían a por una noticia más larga, al salir uno le llamé.
.- Hola ¿Cuándo os han dicho que volváis?
.- Yo no voy a volver, pero tienen preparada una comida o sea que no saldrá antes de las tres o tres y media.
.- Pero ¿saldrá por aquí o hay otra puerta?
.- Eso no lo se, hay otra puerta por el otro lado pero ni idea de por donde saldrá, buena suerte.
Menudo fastidio, quizá me iba a pasar horas esperando para nada, tenía que encontrar una solución, dentro de lo que era el recibidor de la casa de África, había unas personas con pinta de Azafatas (os), les llamé pero no querían venir, con gestos yo les indicaba que vinieran y les sonreía, ellos me contestaban que les cortarían el cuello, yo no me podía conformar con eso, fui a que me regalaran un folio en una oficina y escribí una nota que decía algo así como:
“Quiero darle una carta a la Reina, si no se la dais vosotros le llegará igualmente por que la mandaré por correo con la diferencia de que os dejaré mal”. Les mostré la nota en la distancia, seguían sin querer venir. Había un grupo de hombres en la calle, uno se acercó a mí:
.- ¿Puedo ayudarla?
.- A lo mejor, y le mostré la nota
.- ¿Usted quiere darle una carta a la Reina?
.- Si, pero no se si la sacarán por aquí o al saber que estoy yo la harán salir por detrás.
.- Yo creo que saldrá por aquí, no se si se acercará a recoger su carta pero si no la recoge ella, yo se la haré llegar.
.- ¿Es usted de su séquito?
.- Si
.- De acuerdo. El hombre se marchó, hubo un pequeño movimiento de personas interesadas en ocuparse de mi tema y finalmente vino otra persona que recogió mi carta, la metió en un sobre y se la guardó en el bolsillo, me arrepentí de no haberla pasado a limpio para cambiar lo de Su Alteza Real y a demás estaba totalmente arrugada por lo del forcejeo, pero a lo hecho, pecho.
Las horas pasaron, estuvimos haciendo bromas Álvaro que se había unido a mí y yo con el policía nacional que nos cubría:
.- Oye cuando salga la Reina no nos tapes la pancarta, fue un rato relajado, aunque me sentía muy cansada, con ese dolor de cabeza metido en el esfenoides, hablamos con personas que pasaban por al lado y leían el letrero que portábamos.
Una vez que finalizó la comida, se acercaron dos personas diferentes del séquito para comunicarnos que la carta ya había sido entregada.
Por fin Salió La Reina, Álvaro hizo sonar el bucio, la Nacional nos dio espacio enfrente que enseguida ocuparon los guardaespaldas de La Reina, yo no me di cuenta de que miró, supongo que eso de que se oiga el soplar a través de la caracola, no es muy usual, la cara de algún político fue de auténtica molestia, Su Majestad se metió en el coche y desapareció, pero con mi carta en su bolso.
Álvaro y yo estábamos muy satisfechos, era un golazo, estamos seguros de que La Reina no se va a quedar quieta ante una situación tan injusta, es que si lo hace, me voy a quedar de piedra, no puede ser que se interese solo por los africanos, no, estoy segura de que algo hará, realmente no se si ella leerá este blog o lo hará solo su secretario, a mí la verdad es que me gustaría que lo hiciera, vivimos en un país monárquico, aunque no tengo muy claro se significa eso en este siglo en el que vivimos, a mí no me molestan las jerarquías siempre que vayan unidas a la sabiduría y al respeto por el ser humano, cada quien debe ocupar el sitio que le corresponde sin envidias ni celos si no con corazón, no todo el mundo tiene el mismo talento ni la misma inteligencia, para que pretender que seamos todos iguales si somos únicos e irrepetibles, en fin, ni soy feminista ni soy machista, ni dictadora ni demócrata, soy solo una persona que quisiera que de lo más profundo de cada ser saliera la fuerza, la libertad, el valor de vivir con dignidad siendo ni más ni menos que lo que cada uno es.
Os escribo las palabras que envíe a La Reina de España:
Majestad, me dirijo a Vos queriendo haceros partícipe de la terrible situación que estamos atravesando mi familia y otros afectados del incendio que asoló esta isla el verano pasado.
Los políticos hacen grandes promesas que no cumplen y les importa un rábano algo tan básico como el derecho a una vivienda digna.
Os ruego indaguéis en mi blog:
w.w.w.palomademontemayor.blogspot.com y toméis cartas en el asunto.
Admiro la labor que estáis y los españoles estamos haciendo en África, pero no debéis de olvidar a las personas de vuestro propio País.
Sin más, a la espera de una respuesta
Paloma de Montemayor Palomar
PD No puedo daros mi dirección de correos porque no tengo pero en mi blog encontraréis mi e-mail.
Cuando regresamos a nuestro “Palacio de Invierno”, el viento había tirado parte del techo, lo colocamos provisionalmente, debíamos comprar otro ya que ese estaba roto, y después me puse a escribir.
Pasó un personaje que estuvo en la casa de África, salí a su encuentro, cruzamos un par de palabras con cierto sentido del humor y me comentó que La Reina nos había mirado con cara de sorpresa, yo le dije que no la vi mirar, el insistió en que si, que la tenía muy cerca, luego pensé que la sorpresa debía ser fruto del grito de la caracola.
Ayer dedicamos el día a arreglar el “Palacio”, por suerte vino a ayudarnos un amigo de Álvaro, casualmente el también hace sus acciones destinadas a África, en concreto a Senegal, ahora están preparando un container lleno de todo lo que consiguen, material para agricultura, ordenadores, ropa… es un gran tipo, conocerle es una de esas buenas cosas que me ha aportado todo lo que me está pasando.
También metí en registro la carta que os escribí anteriormente.
Ya no tengo batería para contaros el día de hoy con que en la próxima ocasión sigo con esta historia.
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