domingo, 27 de julio de 2008

27 de febrero de 2008

Las Palmas a 27 de Febrero del 2.008


Sr. Rajoy:
Quise tener hoy cita con usted, lo cual parece imposible, por eso le escribo una carta.
Mi nombre es Paloma de Montemayor Palomar, afectada por los incendios del pasado verano, me vi obligada a comenzar una odisea defendiendo el Honor y la Dignidad de mi familia la cual puede leer en mi blog. www.Palomademontemayor.blogspot.com
En estos últimos meses acampada frente a la Presidencia del Gobierno de Canarias y tras muchos años viviendo en la naturaleza y con una gran dificultad de supervivencia por el sólo hecho de realizar trabajo artístico dedicado a traer un poco de conciencia humana, he podido profundizar en un tema social que me preocupa enormemente.
Todo nuestro sistema civilizado está enfocado en un consumismo sin sentido que hace que las personas vivan en una gran frustración, buscan la felicidad allí donde no está, en la superficie de la imagen, en los centros comerciales, en ese querer llegar a ser lo que nos imprimen en el cerebro ¡debemos ser!
Aquellas personas con talento artístico, con una mente no manipulada, con un corazón lleno de expresión que a través de la música, la artesanía, los colores, la danza, las formas… pueden aportar a la sociedad enriqueciéndola enormemente, viven en su mayoría bajo una losa ya que a nadie de ustedes parece importarles.
Incluso por mi experiencia, a veces parece que somos excremento social.
En su campaña, junto a su foto, puedo leer: “Con cabeza y corazón”, con respecto a su cabeza, no tengo la más mínima duda, con respecto al corazón, quizá tengamos conceptos distintos.
El corazón sólo se expresa en la creatividad, no conoce otro idioma, no importa lo que uno hace, pero si lo hace desde el alma, le sale bien y se siente feliz.
Nuestra sociedad tiene un virus muy grande, le tiene miedo a todo aquello que se sale del control, de lo predecible…
El alma de un artista, es una caja de sorpresas, su expresión depende de su inspiración y este mundo enfocado solo en el dinero está matando los valores humanos.
Los medios de comunicación tienen un papel primordial en cuanto a lo que se refiere al chip implantado en nuestras cabezas.
Sr. Rajoy, la agresividad aumenta, la infelicidad también, el honor ni existe en el vocabulario de los más jóvenes.
Necesitamos urgentemente una revolución, las personas que hemos luchado año tras año por “sentir”, que hemos permanecido en la sombra, quizá llega el momento de que se nos abran las puertas y aquellos que se han dedicado a traer confusión y a alejar a los seres humanos de su esencia, deberían aprender.
Usted habla de corazón, ¿Qué es para usted el corazón?
Yo renuncié durante años al mundo, pero mis hijos bebieron tanta teta como quisieron, bueno, ellos hubieran bebido más, pero seguí mis instintos cuando los desteté.
Eso de que los niños con pocos meses vayan a la guardería, me parece un error, aunque sea la última moda y a mí me recuerda a ese comunismo en el que los niños pasaban a manos del estado y las mujeres a su vida laboral.
Comprendo que un cambio tan profundo no es fácil, llevamos siglos alejándonos del amor, pero si poco a poco cambiamos la dirección podría haber alguna esperanza, de lo contrario lo único que vamos a lograr es oscuridad y destrucción como ha sucedido siempre en todas las grandes civilizaciones.
Lea esta carta profundamente, tantas veces como sea necesario para comprender su esencia, usted como yo, tiene hijos pequeños, quizá reciba nietos y biznietos y tataranietos…
¿De qué les servirán un mundo de desamor si sus cuentas corrientes son abundantes? de nada porque cuando uno abandona este planeta, el único equipaje es el “CORAZON” y si no ha sido liberado, se va con las manos vacías.
No se si usted está preparado para comprender esta carta, pero son las personas de su posición las que tienen que potenciar la búsqueda de la felicidad, no digo con ello que se debe abandonar el resto de las cosas, pero buscar el equilibrio entre cabeza y corazón, teniendo en cuenta que es esencial encontrar el verdadero camino hacia ese corazón.
Me gustaría tener una respuesta suya personalizada una vez acabe con esta campaña.
Como aun no tengo casa, escríbame a mi correo electrónico, lo puede encontrar en mi blog.
Sin más, se despide atentamente



Paloma de Montemayor Palomar

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