8 de marzo 2008 - terminó la acampada

8 de Marzo del 2.008


Ya terminamos la acampada, ya estoy con mi familia, vivimos en un sitio muy pequeño en el campo, lo tenemos que dejar en Semana Santa porque lo tienen comprometido con una turista, aun así no es un buen lugar para una familia entera aunque se oye el canto de los pájaros, el kikirikí de los gallos, el ru ru de las palomas, el zumbido de las moscas, el cielo está azul y las plantas verdes vestidas de frutos o flores. Es un lugar bonito, ahora se levanta una brisa que oí antes de sentirla acariciar mi piel.
Volvamos de nuevo al “Palacio de invierno” para contarles como terminó esa historia.
Vino a visitarme el Director General del Gabinete del Vicepresidente, Héctor Pérez Quevedo, traía una carta de parte de Soria respondiendo a lo que yo le había preguntado el día de los empresarios, es decir, me explicaba todo el proceso burocrático que había seguido mi expediente hasta encontrarse ya en intervención. Me contó que Soria había estado muy preocupado por mi situación y en cuanto supo que estaba en Hacienda que es su territorio, dio órdenes de actuar con rapidez, yo le miré con incredulidad:
.- Yo he hablado con Soria y no parecía muy interesado en resolverme
.- El Vicepresidente es un hombre muy tímido y quizá eso de motivo a malas interpretaciones, pero a él le preocupaba su caso; Yo he leído todas las cartas que le envió, sabemos por lo que está pasando, usted sabe que en el gobierno de Canarias nos hemos aliado dos partidos distintos e intentamos gobernar en armonía, pero ahora que su expediente está en hacienda, podemos tomar las riendas directamente y es ahora cuando podemos actuar, no podemos inmiscuirnos en otras áreas aunque he hablado con el Sr. Díaz Brito Jefe del Gabinete del Presidente y nos ha puesto al corriente de todo…
Al principio, parecía que Héctor tenía preparado un discurso que a demás no nos dejaba interrumpir, pero luego estuvimos hablando de distintas cosas relacionadas con mi experiencia y mi visión de la sociedad, poco a poco fue relajándose y hablando como una persona, no como una máquina, Álvaro estaba presente, y también hizo sus comentarios. Héctor quedó en mantenerme informada de cualquier novedad y me dejó su tarjeta con número de móvil, la verdad es que cuando te encuentras con las personas más allá de sus caretas, se les coge cariño y eso me ha pasado con este hombre, no deja de ser un político en campaña electoral, pero como cualquiera de nosotros, tiene su corazón, que cuando asoma, se expresa con un brillo en los ojos y espero no haber sido engañada por un buen actor, aun así, nada cambiaría en mi vida, voy a seguir apostando por el ser humano y su alegría.
Al día siguiente, tal y como quedamos, me llamó Enrique, el interventor Jefe, me comunicó que mi expediente era correcto, y que podía pasar por intervención para recoger un papel en donde estaba la resolución y la cantidad aprobada, del peritaje se había descontado lo que era instalación solar y los enseres así que se reducía a poco más de 54.000 euros, la mitad la darían por adelantado y cuando presente las facturas, me ingresarían el resto.
Aquel día no me fue bien ir a por el papel, estaba en otras cosas, entre Bienestar Social y Delegación de Gobierno.
El Gobierno Central hacía días había aprobado mi expediente y estaba a la espera del cobro, tardó pero llegó, el dinero que se aprobó por decreto era de un 40% del peritaje de la reconstrucción, siempre que no supere el 50% de un piso de protección oficial de 90 metros cuadrados sin trastero ni garaje, pero lo que yo había recibido era menos de la mitad, o sea, nada que ver con las promesas de Zapatero: “ayudas ilimitadas”, pero bueno, no me iba a discutir por eso, ahora, de ahí a menos de la mitad de lo aprobado en decreto… Fui a Delegación de Gobierno y averigüé que ese dinero que me habían ingresado es otra cosa, es una ayuda muy antigua del ministerio del interior que no tiene nada que ver con la reconstrucción de la casa y que sirve para que utilices como creas más conveniente sin necesidad de dar explicaciones a nadie.
Que buena noticia, pero ¿Qué fue de la ayuda de reconstrucción?
Según Madrid, como la Delegación de Gobierno no tiene departamento de Vivienda, se lleva a través del Gobierno de Canarias, López Aguilar dijo que el dinero ya lo tienen en la isla, desde protección civil me dijeron que se tiene que firmar un convenio entre los dos Gobiernos, y que ni idea de cómo está la cosa.
Me encontré al asesor de la Subdelegada que quedó en averiguar la verdad de todo esto, por lo visto, hacía un mes que se firmó el convenio del desastre que hubo hace varios años en Tenerife por la tormenta Delta, o sea que si vamos al mismo ritmo, necesitamos unos cuantos años más, cosa que no se puede permitir.
Le comenté esto a Héctor que quedó en decirme lo que hay al respecto pero no sabía a quién preguntar, en Vivienda tampoco sabían nada, esta es una batalla todavía por librar, claro que las próximas elecciones son ya y si todo esto es solo una estrategia política para librarse de mí, me va a resultar mucho más complicado, aun así como soy una pesada, no lo tendrán tan fácil, la gente cada día es más consciente de que no quiere seguir siendo tratada como si fuera idiota.
Lo bueno de esto es que ya no necesito que Bienestar Social me financie los comienzos, esa labor ya la hizo el Ministerio del Interior y escribí una carta rechazando la oferta de la Consejera mandando un currículum ofreciendo mis talentos y expresando lo que quiero; Supongo que les sonará raro, pero sé que soy buena en mi trabajo, que tengo mucho que ofrecer y que estoy de vuelta al mundanal ruido para lo cual quiero encontrar ese lugar donde poder intercambiar con otras personas dándome de alta como autónoma.
Me voy con los deberes escolares de los niños con que por hoy lo dejo aquí.
Ah! No quiero olvidar el contarles que cuando ya supe que mi expediente estaba aprobado, faltaba poco para que Rajoy viniera a Las Palmas con su discurso electoral, quise tener una cita con él, pero como pueden imaginar, era imposible, así que escribí una carta que le dieron en mano y a la que nunca me contestó, como tampoco me contestó Zapatero a los e-mails que le mandé a su sede de Madrid.